Parece
ser que tal cual. Un estudio realizado por la Universidad de Carolina del Norte
y publicado en PloS Pathogens indaga sobre los porqués de que la lactancia
materna proteja a los bebés de madres infectadas del contagio por el virus de
inmunodeficiencia humana, causante del SIDA.
Este estudio, además de añadir
nuevas ventajas a las ya conocidas – y cada vez más numerosas – sobre lactancia
materna, puede además servir como inicio para encontrar sustancias naturales,
presentes en la leche, que puedan contribuir a frenar el desarrollo o la
transmisión del virus en humanos adultos, aunque probablemente tenga mucho que
ver con células pertenecientes al sistema inmune, como linfocitos –
precisamente las células que se ven atacadas por esta enfermedad.
Otra buena noticia para todas
nosotras, fundamentalistas de la teta. Porque aunque en España la transmisión y
el control del SIDA esté bastante optimizada con el uso deantirretrovirales y otros compuestos que dificultan
los mecanismos del virus de infectar o de replicar su código genético en el
interior de las células humanas, disminuyendo así su contagio o su
proliferación y por tanto el desarrollo de la enfermedad habiendo prácticamente
convertido a esta patología en algo crónico, no hay que olvidar que las
medicinas son caras, no son inocuas y disminuyen la calidad de vida. Mientras
que la teta es gratis. Del todo.
Y es que con la lactancia
materna, suma y sigue.
No hay comentarios:
Publicar un comentario